La investigación de mercado que estudia la psicología infantil ha sido útil para promover las ventas. Los investigadores saben que a los niños les gusta coleccionar objetos. Antes solían satisfacer esta necesidad con tapas de refrescos, conchas marinas y tarjetas de beisbol. En las últimas fechas, el creador de los Beanie Babies capitalizo esta necesidad al lanzar al mercado un gran número de animales diferentes para coleccionar, limitar las producciones y descontinuar modelos creados para crear una escasez artificial.
Muchas personas creen que toda esta comercialización no es buena para los niños, sostienen además que los niños son un público inocente y vulnerable a las técnicas llamativas y persuasivas de la industria de la publicidad. Pocos padres permitirían que un vendedor entrara a su casa a hablar con sus hijos
¿Por qué permitir entonces que la televisión se dirija a ellos? También consideran que la publicidad también transmite valores nocivos, por concentrarse en aspectos superficiales y materiales; demás glorifica el consumo. Provoca que los niños presionen a sus padres para que compren todos los productos que ven anunciados.
Los publicistas responden que tales críticas subestiman a los niños y argumentan que estos son consumidores más sofisticados de lo que piensa la gente, y que aprenden muy rápido a distinguir el humo y la manipulación que puede haber en algunos anuncios.
Por supuesto que el problema tiene aspectos legales y éticos. A la fecha, el gobierno está del lado de los niños. El Acta de televisión infantil limita la cantidad de minutos que se dedican a transmitir anuncios dirigidos a los niños durante los programas de televisión
Comentario de la lectura
El público infantil es un mercado que los publicistas no van a dejar pasar por alto, por las considerables sumas de dinero que representa este.
Con respecto a la lectura estoy de acuerdo en que este público es más vulnerable a las técnicas llamativas y persuasivas de la publicidad, pero difícilmente un niño se va a encontrar inmerso en una sociedad sin estar rodeado de publicidad, por lo cual pienso que no se puede eliminar la publicidad dirigida a niños, pero que si se puede y debe de regularse esta a través de leyes , debido a que los niños pueden verse afectados en su desarrollo integral generando en él un espíritu demasiado consumista o al querer cubrir un estereotipo de persona que tal vez no sea el apropiado para este público.
Además hoy en día los niños pasan demasiado tiempo viendo la televisión y considero que ahí es donde entra el papel de los padres que deben de monitorear lo programas televisivos que ven sus hijos. Y que los publicistas deben de ser responsables con los mensajes s que dirigen a este segmento, de manera que no creen conductas inapropiadas en los infantes.

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